UN SÍNDROME POCO CONOCIDO
principales aspectos psicológicos del síndrome de DiGeorge (22q11.2DS), centrados en su perfil cognitivo, neuropsiquiátrico y las estrategias de intervención más habituales.
1. Perfil neuropsicológico y cognitivo
Los niños y adolescentes con 22q11.2DS suelen presentar un perfil desigual de habilidades cognitivas:
• Cociente de inteligencia verbal (VIQ) típicamente superior al no verbal (PIQ).
• Fortalezas en memoria verbal y vocabulario, pero déficits en atención, memoria visuoespacial y funciones ejecutivas.
• Patrón compatible con un trastorno de aprendizaje no verbal (nonverbal learning disability).
2. Comorbilidades psiquiátricas frecuentes
En la infancia y adolescencia con 22q11.2DS hay alta prevalencia de:
• Trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH): hasta 35‑40 % de los casos.
• Trastornos del espectro autista (TEA): 15‑25 %.
• Trastornos de ansiedad: 40‑70 %, especialmente fobias específicas y trastorno de ansiedad generalizada.
• Trastornos del estado de ánimo (depresión, distimia): 9‑35 %.  
3. Riesgo de psicosis y esquizofrenia
La deleción 22q11.2 es uno de los factores de riesgo genético más fuertes para el desarrollo de esquizofrenia:
• 25‑30 % de adultos con 22q11.2DS llegan a presentar un trastorno psicótico (esquizofrenia o esquizofreniforme).
• Los síntomas prodrómicos (ideas inusuales, retraimiento social) suelen aparecer en la adolescencia tardía.
• El riesgo absoluto crece con la edad, siendo muy bajo en la infancia y máximo en la vida adulta temprana.
4. Déficits en cognición social
Más allá del CI, existen alteraciones específicas en el procesamiento social:
• Dificultades para reconocer expresiones emocionales en el rostro.
• Alteraciones en la teoría de la mente (comprender intenciones y creencias ajenas).
• Estos déficits contribuyen a la aislación social y empeoran la adaptación escolar y familiar.
5. Intervenciones psicosociales y conductuales
Aunque la literatura es aún escasa, se han reportado enfoques prometedores:
• Terapia cognitivo‑conductual (TCC) adaptada:
• Uso de material visual y ejercicios muy estructurados.
• Trabajo específico en manejo de ansiedad y resolución de problemas.
• Casos individuales muestran reducción de fobias y mejora en habilidades de afrontamiento.  
• Rehabilitación cognitiva y remediación neuropsicológica:
• Ejercicios para atención, memoria de trabajo y funciones ejecutivas.
• Programas combinados de psicoeducación para familia y paciente.
• Talleres de habilidades sociales: entrenan reconocimiento emocional, turn‑taking y conversación.
6. Manejo farmacológico de comorbilidades
• TDAH: metilfenidato ha demostrado eficacia y tolerabilidad, pero requiere monitoreo cardiaco previo y durante el tratamiento.
• Ansiedad, depresión: ISRS (e.g., sertralina, fluoxetina) según guías estándar.
• Psicosis: antipsicóticos atípicos (risperidona, quetiapina, clozapina) con vigilancia estrecha de efectos secundarios y crisis convulsivas.
7. Recomendaciones prácticas
- Screening regular: evaluar al menos una vez al año síntomas de ansiedad, TDAH, TEA y signos prodrómicos de psicosis.
- Enfoque multidisciplinario: integrar neurólogos, psiquiatras, psicólogos, pedagogos y trabajo social.
- Involucrar a la familia: psicoeducación sobre el síndrome, estrategias de comunicación y refuerzo positivo.
- Transición a la vida adulta: planificar soporte en educación superior o empleo, abordando habilidades sociales y adaptativas.
Este abordaje centrado en el aspecto psicológico permite optimizar la calidad de vida
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